Esta receta se me
ocurrió tras ver otra de mi admirada Eva Arguiñano. En este ENLACE podrás ver una riquísima forma de
aprovechar el roscón que nos sobra y que se queda un poco duro. A mí me encantó
la idea pero de la forma que lo presenta, yo sé que en casa no iba a tener
éxito. Pero me gustó el remojar las rodajas de roscón con leche y leche
condensada y ese proceso de horno. Así que me metí y experimenté y el
resultado, es delicioso.
Pero
no sólo se puede reciclar el Roscón de Reyes. ¿Cuantas veces habéis hecho un
bizcocho y ha salido más duro de lo habitual? ¿O se ha quedado por la cocina
triste y abandonado? Y quien dice bizcocho, dice unas magdalenas, unos bollos
dulces.... incluso un buen pan, que queda triste y mustio. Todo eso son ideas
para hacer con esta receta y reciclar esos restos duros, antes de tirar a la
basura. Se le podría añadir en el momento del horneado: unos dados de manzana o
pera pelada, por ej. Unas pasas moscatel en el reposo, para que la leche las
hinche y estén más jugosas, un picado de almendras o nueces cuando se vayan a
comer, para ese toque crujiente..... Se me va la imaginación y siempre con
cosas deliciosas.
Ahora
toca pasar a la cocina y meterle mano a este Roscón de Reyes que se me quedó
sin poder entregar a una amiga, y se quedó duro y le di una 2ª vida. ¿Me
acompañas a la cocina? Pues lávate las manos que voy buscándote un delantal
para ti.
Ingredientes
para 6 personas aprox.
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1 Roscón de Reyes pequeño.
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150ml de leche condensada (puede ser desnatada).
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250ml aprox de leche fresca (la que utilicéis en casa).
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Azúcar y canela (yo aproveché un bote que ya tenía mezclado).
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Agua de azahar (opcional).
Preparación:
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Cortar el Roscón en rodajas de unos 2 dedos aproximadamente de ancho. Disponer
en un molde con paredes altas, que puede ir al horno posteriormente.
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En una jarra, mezclar la leche condensada y la leche, y remover para hasta que
se integren. Se puede calentar ligeramente si veis que no se unen con
facilidad. Añadir un poco de agua de azahar, para intensificar el aroma que ya
tiene el roscón. También podríamos utilizar vainilla líquida.
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Verter la mezcla de leches sobre las rodajas del Roscón, de manera que las
empape bien. Añadir un poco más de leche si hiciera falta. Las rodajas tenderán
a "flotar" pero tienen que mojarse bien. Meter el molde en la nevera
y dejar reposar algunas horas, dando la vuelta a las rodajas si podemos para
que se empape todo bien. Se puede dejar toda la noche sin problemas.
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Encender el horno a 200ºC. Sacar el molde de la nevera y espolvorear las
rodajas de Roscón con un poco de canela y azúcar por encima. Meter el molde en
el horno, y si tiene la función ventilador, ponérsela también. Dejar durante
20-30mnts, hasta que veamos que leche se ha convertido en crema y las rodajas
están ligeramente tostadas.
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Se puede servir templado (que es como más me gusta a mí) en pequeño cuencos,
con un poco de la salsa de leche que nos ha quedado. O dejarlo enfriar y a
temperatura ambiente. ¡Buen provecho!
Partimos de este Roscón de Reyes que se quedó duro.
Remojado en las dos leches, para hidratar y ablandar las rodajas.
Recién horneado.
Detalle de como quedan las rodajas tras el horneado.
Se ve el azúcar que le he puesto por encima.
Listo para comer
Una foto con la rodaja con fruta confitada, para recordar que viene de un Roscón de Reyes.
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