Pan chapata con fibra

Os dejo una receta muy fácil para hacer pan en casa, con los preparados de harinas que encontramos ya en cualquier comercio. Aunque es verdad que quizás, para el día a día sea más fácil el comprarlo, a mí me encanta hacerlo en días libres. Dejar la masa, por ej., toda la noche reposando y por la mañana desayunar con pan recién hecho. O dejarlo tras el desayuno y que, para almorzar, tengamos el olor del pan recién salido del horno en la mesa.

Y lo mismo que me gusta para estas ocasiones, también me gusta “jugar” un poco y añadir mi toque a estos preparados, para personalizarlos un poco. Yo le suelo añadir un dado de levadura fresca, porque, aunque dicen que traen levadura incorporada, a mí me suben muy poco el pan sino la incorporo. Además, le añado un plus de fibra. En esta ocasión, ha sido salvado de trigo y semillas de chía. No deja de ser un pan blanco, pero tiene ese toque fibra que siempre viene bien para limpiar el organismo.

Tener en cuenta, que las harinas, según qué marcas, pueden variar un poco las cantidades. Aunque yo os pongo ½ kg, puede ser que necesitéis un poco más, al quedar la masa muy líquida. O, por el contrario, que tengáis que añadir un poco más de agua templada para tener una masa uniforme y elástica. En robot de cocina (panificadora, amasadora, Thermomix, similares).

Dicho todo esto, vamos a meternos en la cocina, a preparar nuestro pan chapata con fibra.

Ingredientes:
  - 500grs de preparado de pan chapata
 - 350ml de agua templada
 - 1 dado de levadura fresca / 1 sobre de levadura de panadero seca
 - 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra + un poco para pintar el pan
 - 1 pizca de sal
 - 1 cucharada sopera de salvado de trigo
 - 1 cucharada sopera de semillas de chía

Preparación:
-  Templaremos el agua unos 40 segundos en el microondas a potencia máxima. Tiene que estar templada, que metamos el dedo y no nos quememos, porque el exceso de calor, mataría la levadura. Disolvemos en ella el dado de levadura y reservamos. 
En una fuente honda (sino disponemos de amasadora / robot de cocina), ponemos el preparado de harina tamizado, el salvado de trigo y las semillas de chía. Removemos ligeramente para mezclarlo todo. 
Vamos añadiendo el agua con la levadura poco a poco, e integrándola a la masa. También añadimos el aceite de oliva virgen extra y amasamos todo hasta obtener una masa uniforme y elástica. Necesitaremos amasar entre 5 y 10 minutos aproximadamente. 
 -   Pasado este tiempo, y teniendo una masa elástica y uniforme, hacemos una bola y la dejamos reposar en lugar templado, donde no haya corriente. A mí me gusta dejarlo dentro del horno (que está apagado), porque es lugar cerrado y cálido, ideal para que fermente bien. Hay que dejarla aproximadamente 2h, o hasta que doble su volumen. Pero se puede dejar todo el tiempo que queramos. Incluso amasar, sacar el aire a la masa, y volver a dejar para que vuelva a subir. 
 -     Una vez tengamos la masa fermentada, precalentamos el horno a temperatura alta (200ºC) y nos disponemos a amasar nuestro pan para hornearlo. Yo he dividido la masa en 4 porciones iguales, y he hecho 4 bolas que he aplastado ligeramente. Las he colocado sobre un papel de hornear y por encima, las he pintado con aceite de oliva virgen extra. 
-  Hornear a 200ºC unos 20mnts aproximadamente, o hasta que veamos que el pan está cocido (para los más novatos, podéis pinchar en el centro). Sacar del horno y dejar tapado con un paño de algodón hasta que se vaya a consumir, aunque como más rico está, es recién salido del horno.

Los bollitos listos para comer, recién salidos del horno.


Detalle de la miga.


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